domingo, 28 de octubre de 2012

FICOSA



 


            No todos los días se tiene la oportunidad de ver como es una de las fábricas más importantes del país.  Si yo le digo a alguien que el otro día fui a visitar Ficosa, seguramente me preguntará que donde está eso y que es, porque aparentemente no es un nombre vistoso ni conocido, pero mi respuesta sería:  “¿Ves ese coche? Pues seguramente sus retrovisores han salido de Ficosa”.  Porque la labor de Ficosa es tan importante o más que cualquier otra empresa relacionada con las piezas del automóvil.  Es como el que aporta el papel en un libro o los herretes a los cordones de unas zapatillas.

            Pues bien, el jueves pasado fuimos de excursión a Soria y a la antigua ciudad de Numancia, pero entre tanto fuimos a Ficosa, también conocida como Fico Mirrors.  La visita desde mi punto de vista fue muy interesante.

            A nuestra llegada, el gerente de la empresa nos recibió mostrándonos un Power Point informativo de lo que íbamos a ver allí dentro y nos dio unas batas blancas para poder entrar preparados a los interiores de aquellas naves.  Nos separaron por grupos y cada uno empezó el recorrido de la fábrica desde puntos distintos.

            Mi grupo comenzó por pintura, donde nos estaba esperando el jefe.  La verdad es que cuando ves por primera vez esta zona, piensas que es poco lo que hay que hacer, pero en realidad este sector conlleva un largo proceso:  ponerlo en los estantes, lavarlos, capa de imprimación, capa de pintura con unos robots impresionantes que dan miedo, capa de barniz..., luego la revisión de imperfectos: falta de pulición, de pintura, de barniz...

            Después fuimos a montaje, donde también nos lo mostró el jefe, pero en este caso de montaje.

            Nos explicó cuales eran las partes del retrovisor, el tipo de cristal (espejo) que llevaban dependiendo de que fuese el derecho o el izquierdo, sus componentes interiores (calefactor...) y muchas cosas más, además también nos explicaron todos los modelos de coche para los que fabrican.  De este sector me llevé aprendida la lección de nunca intentar desmontar la luna de un retrovisor, ya que la consecuencia sería quedarte sin dedos.

            A continuación fuimos al siguiente sector, donde nos esperaba el jefe de ese departamento, allí vimos como se formaban las piezas, y de nuevo vimos unos robots impresionantes que cogían las piezas, las metían a 700º C, luego las bajaban a 300º C y finalmente una máquina las aplastaba para dejarlas bien acabadas.

            Allí también vimos otros trabajos aparte del de los robots, el trabajo manual ejercido por trabajadores de la fábrica que revisaban las piezas, les limaban las imperfecciones y luego las metían en cajas.

            Finalmente el último sector que visitamos consistía en una máquina encargada del interior del retrovisor, haciendo los agujeros y ranuras necesarias para encajar con el resto de piezas.


 





Esta empresa ha sufrido muchos cambios desde el 2008, sus ventas han disminuido notablemente debido a la crisis económica que está atravesando España.

            Aparte del recorte en personal, una de las consecuencias que ha tenido la crisis ha sido un ERE que comenzó hace unos meses y por el cual los fines de semana las máquinas se paran y no se produce.  Por eso, en estos tiempos tan difíciles, debemos agradecer a todas estas personas su atención y su tiempo dedicado a enseñarnos sus instalaciones.














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